Ayer iba caminando por la calle y me quedé observando las revistas de un kiosco lleno como nunca de ejemplares de todo tipo , inclusive los que traían material escolar para este ciclo lectivo, pero pese a que el lugar estaba colmado de ediciones varias , sentí que en realidad el vacío que dejó la revista Anteojito desde su finalización , no se ha podido ocupar y de pronto me dieron unas inmensas ganas de llegar a casa y revisar las ya ajadas revistas que conservo desde siempre para sentir al menos por un momento que acababa de comprarlas. Lamentablemente hoy no puedo sorprender a mis sobrinos con un nuevo ejemplar, pero al menos intento trasmitirle esos mismos valores con los que yo crecí y que en parte me los inculcó esta hermosa revista, que pese a su ausencia de hoy sigue viva en un rinconcito de mi corazón.Pese a todo Felíz comienzo de clases a todos los niños de hoy, a quienes deseo una hermosa infancia como la que yo tuve.
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